Pirata, pero con cariño
La empresa inglesa MUSO, especialista en soluciones antipiratería, ha publicado recientemente un estudio donde se replantea el “peligro” de la piratería de contenidos audiovisuales.
Según sus datos, más del 80% de la gente que descarga música, cine o series acaba comprando de manera legal ese mismo contenido. Es más, sitúa a la inmensa mayoría de los “piratas” en el perfil de fans que buscan una primera visualización de una serie o película (antes de que salga a la venta), para después comprarla por vías legales. OJO. No es que toda la piratería sea “buena”, de este estilo, pero hablamos de un 80% de la piratería. Y eso es mucho. Implica, y ahí es donde empiezan los problemas, que la afirmación de que la piratería está haciendo perder tantísimo dinero a la industria, podría no ser tan cierta como nos han hecho pensar.
El precio sigue siendo la principal razón de la piratería “mala” (la que no acaba comprando). Siguen siendo precios demasiado altos. La industria audiovisual continúa sin entender el principal problema al que se enfrenta: el riesgo de convertir el ocio en una industria de lujo, al alcance de muy pocos. Un ejemplo rápido: recientemente hemos visto cómo la subida del IVA encarecía la entrada de los cines. Todos nos hemos quejado. Todos hemos puesto el grito en el cielo. Que si el cine en salas se acaba, que si nadie piensa en el consumidor, etc… Pero cuando el IVA bajó… ¿bajaron los precios? Pues no. No lo hicieron.
Muchas veces, también la dificultad del acceso al contenido es un motivo de pirateo. Series que no podemos ver porque se emiten a media noche, películas que no podemos ver porque no son suficientemente rentables para una sala… y es que se piratea una cantidad importante de contenido que no se encuentra disponible en ninguna de las plataformas o vías legales de acceso.
La Universidad de Amsterdam, para añadir más leña al fuego, en su estudio Global Online Piracy, dice que aún con este panorama, las cifras de piratería descienden claramente en toda Europa. Seguramente debido al efecto de las plataformas de streaming que, por un precio pequeño, permiten acceder a mucho contenido.
¿Cuál es el problema? Que actualmente crece el número de plataformas y servicios de suscripción y, sobretodo, la exclusividad de los contenidos, por lo que no es fácil poder pagar todas las cuotas mensuales de todas las plataformas. En definitiva, otra vez es demasiado caro acceder a todo.
Esto se traducirá (o ya se está traduciendo) en una única suscripción, y el consiguiente pirateo del resto del contenido. Por lo que es de esperar un aumento en el futuro de la piratería otra vez.
Más allá de otras disquisiciones, el trasfondo social de este fenómeno es muy claro. La dificultad del acceso a los contenidos hace que estos se pirateen. Ya sea por precio o por mala distribución. Diferentes pruebas han demostrado que el problema no está tanto en la calidad del contenido, como en la forma que llega a nosotros: suben los precios desmesuradamente, sube la piratería. Bajan los precios, baja la piratería. Soluciones como las plataformas de streaming (un pago único por acceso a todos los contenidos) han demostrado su viabilidad. Pero de nuevo la codicia humana nos gana.
Al final, según los expertos, todo se reduce todo a un tema de hacer evolucionar una industria, la del entretenimiento, que necesita con urgencia una revisión.