Navidades lloronas
Sí, ha llegado esa época. Esos días maravillosos, y a la vez tremendamente exasperantes, en los que los medios nos inundan de anuncios lacrimosos y emotivos. Sí, vuelven los ‘sadvertisings’ navideños. Todos esos spots que, sin saber cómo ni por qué, nos hacen brotar alguna que otra lagrimilla. Y, ¿por qué? Pues porqué funcionan. Punto.
Uno de los clásicos de nuestro país es el famoso “Vuelve a casa por Navidad” de El Almendro.
Otro hit de los últimos años ha sido, sin duda, “La otra carta” de Ikea. Una campaña sencilla, que apela a la realidad de la gran mayoría de las familias españolas.
Y sin duda es el storytelling bien ejecutado el que hace que una campaña funcione y haga mella en el espectador.
Diversos estudios demuestran que en época navideña los espectadores estamos más receptivos, más abiertos y conectados a nuestros sentimientos, y que los anuncios que logran hacernos llorar nos hacen conectar con nuestra esencia más humana y nos permiten además mostrársela a los demás. Y en última instancia, por lo visto, también nos hacen gastar. Así se explica, y de ninguna otra forma, que por ejemplo la Advertising Association inglesa afirme que el gasto en anuncios navideños por parte de las marcas haya aumentado casi un 40% en los últimos siete años. Ahí queda eso.