Invertir en tiempos de Crisis
Vaya por delante que cuando hablamos de crisis, no lo hacemos solo del entorno socioeconómico, la crisis general, etc. Cualquier empresa pasa, durante su vida lógica, por momentos mejores y peores. A veces, condicionados por el entorno global, a veces condicionados por malas decisiones internas… una crisis, al fin y al cabo. En un momento dado, todos nos podemos encontrar con que hay que reducir gastos.
Y uno de los primeros gastos que se reducen es la inversión en marketing. ¿Por qué? Porque pensamos que no hay gran diferencia entre invertir 100 e invertir 75. Visto así, en frío, matemáticamente, tiene lógica. Pero también la tendría que un empleado hiciera el trabajo de dos personas por el sueldo de una. Son soluciones extremas que tienen sentido en un contexto muy determinado, y de manera circunstancial. Y ese es el quid de la cuestión: la circunstancialidad.
No nos engañemos. Sí que hay diferencia entre invertir 75 o invertir 100. Imaginemos que son porcentajes de nuestros ingresos personales. Se nota ¿verdad? Pues a gran escala aún se nota más. Es de sabios tomar medidas en momentos oportunos, pero es de necios, tomar esas medidas como un estilo de trabajo.
En un momento dado, una agencia puede apretarse el cinturón, igual que puede hacerlo un empleado. Podemos presionar, porque estamos en una situación de crisis. Pero no dudemos ni por un momento, que esto es un parche, no una solución. Y que tarde o temprano traerá consecuencias (de las malas). Nuestro trabajo es, pues, encontrar la solución para quitar el parche.
Una marca tarda mucho tiempo en construirse, pero se puede destruir en segundos. Una reputación profesional también. Para crecer, inevitablemente hay que invertir. En la marca y en las personas. No existe otra manera de avanzar.
Es como empujar un coche averiado en medio de una carretera. Puede que al empujar avance más rápido o más despacio, en función de muchas cosas. Pero si no lo empujas, ten por seguro que no se moverá.
Entonces, ¿cómo actuar cuando hay que apretarse el cinturón? Como decíamos antes, tomando medidas. Haciendo recortes. Hablando con las partes implicadas. Pero cuidado: no intentes hacer lo mismo con menos presupuesto. Seguro que la agencia puede plantear alternativas más modestas, y también efectivas. Es absurdo ir al peluquero a que te corte el pelo como cada mes, pero decirle que a partir de ahora le vas a pagar menos por el mismo corte.
Las crisis son, además de otras cosas, una oportunidad. Los profesionales realmente inteligentes buscan soluciones, no parches. Y actúan con honestidad. No olvides que tu equipo, tanto interno como externo, trabajan contigo, no para ti.