Cinco cosas a evitar cuando trabajas en equipo
Cada vez más, las empresas buscan valores trasversales en los equipos profesionales. Es muy común que nos toque trabajar en grupo. Así que aquí van 5 tips para hacer el trabajo más fluido y aumentar las posibilidades de éxito.
Evita criticar a los demás
O lo que viene siendo, en argot popular, meter mierda. Es tristemente fácil criticar a los demás (porque es gratis, fácil, y nos desahoga), pero muy rara vez (por no decir ninguna) lleva a buen puerto. Por regla general solo sirve para crear disensiones y hacer que sufra el trabajo.
Y no valen las excusas tipo “yo no empecé” o “se nos fue de las manos” o “son cosas que dicen todos”, etc… Piensa que una vez entras en este círculo, abres la veda para que todos lo hagan contigo.
Dicen que los que critican mucho, en realidad, pretenden esconder sus propias limitaciones. Ahí lo dejamos.
No olvides el brillo de otros
Cuando se trabaja en equipo, el éxito y el fracaso es común a todos. Esto ya es de sobra conocido, pero también hay que tener en cuenta que todo el mundo ha de tener su minuto de gloria. Por supuesto, en todos los equipos hay quien se moja más, quien aporta más o quien lidera. Pero eso no significa que tengan que brillar más que otros. El equipo es el equipo.
Deja que todas y cada una de las personas del equipo brillen. Que tengan su momento. Y si no tienes la oportunidad, créala tú. Reconocer o agradecer el esfuerzo de un componente del equipo es fundamental en cualquier dinámica de grupo.
Evitar dar cuerda a los “enteraos”
En todos los equipos hay algún profesional del escaqueo (son fáciles de detectar, además), especialistas en no destacar para no tener que trabajar más de lo estrictamente necesario. Normalmente con una serie de excusas aprendidas y repetidas, que les permitan desaparecer el mayor tiempo posible, desempeñar un papel de víctimas de las circunstancias, para disfrutar al final, de un resultado desproporcionado a su esfuerzo.
Una de las partes más difíciles del trabajo en equipo es neutralizar a este perfil. Esto no es un trabajo de universidad, es la vida profesional. Esto es la vida real. Este tipo de persona debe ser apartada del proyecto lo antes posible o dinamitará las dinámicas de trabajo y el buen rollo.
Evitar las malas formas
En el mundo hay gente de todo tipo. Los hay que nos caen bien y los hay que se vuelven insufribles. Es no es raro. Ni malo. Pero muchas veces olvidamos que no tenemos que ser amigos del alma para trabajar juntos. Hay que ser profesionales. Y eso implica que hay que hablarse. Tratarse. Organizarse.
Así que hay que hacer prevalecer las buenas formas. La educación. Y no nos confundamos. Eso no es ser una persona falsa. No necesitas evidenciar que alguien te cae mal constantemente. Lo que necesitas es que el trabajo salga adelante. Y eso está por encima de las relaciones personales.
Evitar huir del liderazgo
Todos los equipos, sean de lo sean, necesitan liderazgo. Pero muchas veces, tenemos pánico a destacar. Miedo a tomar las decisiones. Es atávico el temor a mojarse, porque pensamos que eso nos va a hacer perder popularidad o amigos. Como si aún viviéramos en el patio del colegio.
En términos profesionales, es mucho peor evitar tomar decisiones que equivocarse tomando una incorrecta (a no ser que hablamos de pulsar o no el botón de autodestrucción de la central nuclear, que no es el caso). No lo evites. Inténtalo. Te sorprenderás de tus capacidades.
Deja lejos eso de «siempre tienes que mandar» o eso de «¿no podemos hacerlo todo democráticamente?». Hay actividades que son imposible realizar sin un liderazgo. Y el trabajo en equipo es una de ellas.