¿Publicidad mentirosa? ¿De qué vamos por la vida?
Existen empresas publicitarias que venden falsas esperanzas a sus anunciantes. Eso no nos sirve. Tenemos que dar una dimensión de realidad a lo que hacemos porque tenemos una responsabilidad.
Lo creáis o no, la publicidad es un servicio público. Aunque nadie nos tenga en cuenta, ayudamos al consumidor a elegir. No somos unos vende-humos, somos como una linterna que arroja luz sobre productos y servicios. Nos debemos a nuestros clientes y nos debemos a sus propios clientes. La publicidad tiene la obligación de ser íntegra.
El juego al que jugamos tiene más de lo que se piensa a las espaldas. Hay algunas pretensiones que no podemos permitirnos, hemos de intentar dar notoriedad a la marca que anunciamos, pero hemos de ser honestos. Ese es el camino.
Aunque exista el mito de la publicidad mentirosa y manipuladora, es bien cierto que lo primero que aprendes en facultades y escuelas es que no puedes mentir. Porque es la mejor manera de destruir el mayor de valor de cualquier marca: la confianza. Y sin confianza no hay ventas.
La comunicación publicitaria no garantiza ventas. Podemos hacer que evolucione la notoriedad cortoplacista y podemos crear una estructura que haga crecer la marca a largo plazo. Pero no podemos obligar al consumidor a comprar.
Un ejemplo, y no es el único: ElClubDeLaRadio.com, en el que el final de su auto-publicidad termina diciendo, estrictamente: “Para que vendas más”, o un “empieza a vender como nunca”.
No seríamos íntegros en nuestra profesión si os dijéramos que gracias a la publicidad el volumen de ventas se agrandará automáticamente, pero podemos hacer crecer el producto y la marca. Nuestro trabajo va sobre la marca, o sobre las promociones que haces de tu marca. Pero no sobre las ventas.
Este es un camino largo, no pretendemos que todo salga a la primera de la manera fácil. Aquí no se cogen atajos. La comunicación es un trabajo del día a día, tenemos que construir y no vale ninguna otra manera de hacerlo. No puede ser dictatorial, no podemos pretender ser una palanca que fuerce una puerta. Somos un medio de comunicación. Vale que las mecánicas que utilizamos se basan en técnicas, aun así, hemos de tener en cuenta nuestro nivel de importancia para con los clientes.
Somos un servicio. Partners que colaboramos, o compañeros de la mesa de al lado. Nosotros nunca diremos que venderemos por vosotros, os trataremos de tú a tú. La buena praxis es buena comunicación.