Las 7 frases más tóxicas en el trabajo
Si hay un perfil profesional peligroso para cualquier espacio de trabajo, es el tóxico. Son esas personas que envenenan constantemente el día a día de todos aquellos que les rodean, con sus comentarios y su forma de trabajar. A veces tienen un cargo y poder, otras veces no. En cualquier caso, son personas de las que siempre es mejor huir. La revista FORBES ha hecho una recopilación de las frases más tóxicas que se pueden escuchar en cualquier lugar de trabajo. Veamos el ranking:
7.- Eso no es decisión tuya.
La desautorización esconde, casi siempre, inseguridad personal y miedo a que alguien pueda brillar más que uno mismo. Es una frase típica de perfiles tóxicos que quieren evitar cualquier tipo de esfuerzo extra.
6.- Esa no es nuestra política aquí.
El miedo ante las nuevas formas de hacer las cosas es típico de perfiles tóxicos. Además, está la tendencia a acudir a la excusa ajena, para presentarse como víctima solidaria de la situación.
5.- Eso parece más bien un problema personal tuyo.
La personalización es un recurso muy utilizado para obviar problemas profesionales graves. No es que exista el problema, eres tú, que tienes algo personal en contra. Desviar la atención es muy típico de los perfiles venenosos.
4.- Deberías estar contento de tener trabajo aquí.
Aunque se disfrace de sobrevaloración de la empresa, en realidad es un claro y evidente menosprecio a las capacidades profesionales del individuo. Buscan, de nuevo, acallar y eliminar cualquier tendencia a destacar por encima de otros. Se utiliza mucho, además, para “negociar” aumentos o mejores condiciones.
3.- Esto es trabajo, no diversión.
Seguramente esta reacción la generen los celos o la envidia. Se refiere más a la forma de realizar el trabajo, al ambiente, el entorno y las relaciones, que al trabajo en sí. La gente tóxica suele querer que los demás compartan su visión oscura del mundo y del trabajo.
2.- Si no te gusta, seguro que encontraremos a alguien que quiera hacerlo.
Esta es, probablemente la más humillante y ofensiva de todas. Primero porque implica una amenaza muy explícita a la pérdida del trabajo. Y segundo, porque reduce el problema al “gusto”. Es una forma de pretender acabar con una discusión o un tema abierto que resulta incómodo y para el que ya no quedan argumentos razonables.
1.- Así es como se ha hecho siempre.
Nuestra preferida, probablemente porque es la más común y a la que siempre se acude. Es típica de personas con falta de visión profesional. De gente que aplica siempre la ley del mínimo esfuerzo. De los que tienen miedo a las ideas de los demás.
Tener una persona tóxica en la oficina es uno de los mayores problemas con los que uno se puede encontrar. No siempre son fáciles de detectar y, además, muchas veces es complicado sacarlas de la estructura. Por lo que acaban relegadas a alguna posición más bien decorativa, pero donde siguen actuando de la misma forma.