Desaparecer en Verano
¿Se han ido las marcas de vacaciones? Sabemos que las grandes no. Porque las seguimos viendo en todos los medios. Las eternas campañas de publicidad hechas en playas y piscinas para prolongar el tópico veraniego. Pero ¿qué pasa con las empresas y negocios que no son tan grandes? ¿Qué pasa cuando todos se van de vacaciones y apenas queda un retén de emergencias, o directamente no queda nadie?
¿Qué pasa con las newsletters, las campañas de emailing, las redes sociales…? ¿Está nuestra marca condenada a desaparecer durante los meses de verano?
Pues la respuesta es que no necesariamente. Si bien es cierto que también los clientes de van de vacaciones y muchas veces, son meses vacíos; también es cierto que muchas empresas tienen su temporada alta justo en esos meses. Gran parte de la comunicación de estos meses se deja lista, antes, cierto. Pero hay muchas acciones que hay que realizar sobre la marcha. Y eso nos obliga a plantearnos qué hacer con el personal durante los meses de estío.
Qué alternativas tenemos:
1.- Marchar y cerrar. Es la alternativa base. Parece muy radical, pero no son pocas las empresas que lo hacen. Seguramente, no todo el mes de agosto. Pero sí 2 o 3 semanas. Si lo piensas con detenimiento, tampoco es tan grave cerrar durante unos días por vacaciones. No se hunde el mundo.
2.- Dejar un retén. Es una alternativa interesante. Organizar los turnos de vacaciones para que siempre haya alguien de guardia. Al final, se trata de dejarlo todo planificado y una persona que controle que todo va bien.
3.- No hacer vacaciones. Considerar agosto un mes lectivo como cualquier otro y que cada uno se organice los días de vacaciones durante el año, evitando la concentración en julio-agosto. Muchas multinacionales trabajan ya así.
Existen, además, otras posibles combinaciones. Hay muchas aplicaciones que nos permiten programar la comunicación de estos meses: envíos de e-mailing y publicación de posts en redes sociales, por ejemplo. Dejar todo programado nos permite marchar y hacer un seguimiento en remoto desde una Tablet.
Además, se calcula que 1 de cada 2 autónomos no se irá de vacaciones este año. Esto supone un buen repositorio de profesionales para subcontratar y mantener vivo el marketing de nuestra empresa. Sobretodo, en pequeñas empresas donde no hay mucho personal. Es una opción que comienza a coger fuerza. Por un precio razonable, tenemos una persona de carne y hueso, profesional, al cargo de todo.
En cualquier caso, para aquellos que no tienen más remedio que trabajar en verano, les queda el consuelo de que en las oficinas suele haber poca gente, desciende el nivel de estrés y, es precisamente en esos días, cuando mejor se puede planificar el siguiente año y preparar la temporada siguiente. Es el momento ideal para reponer los archivos de contenido, y preparar estrategias de cara al año que viene. Y si algo tiene de bueno trabajar en verano, es que evitas el efecto “reentrada” tan fastidioso.