Cómo aportar content de valor a tus redes en 7 pasos
Muchas marcas, sobretodo marcas pequeñas, con poco presupuesto de markerting, se encuentran con dificultades a la hora de “rellenar” sus redes sociales. Principalmente porque comienzan en el mundo de las redes abarcando demasiado. Que si Facebook, Instagram, LinkedIN, Twitter, Tik tok… Y ¡Por lo menos, dos inserciones en cada red por semana!
Las primeras semanas aún se aguanta, porque al principio hay mucho que decir, pero pronto los temas se agotan, el tiempo dedicado se agota, y las redes comienzan a consumir más recursos de lo que deberían…
¿Cómo gestionamos esta situación?
1.- Primero debemos racionalizar el uso de redes. O bien tenemos una persona que se dedique únicamente a eso (algo que muchas empresas no se pueden permitir), o reducimos el número de redes. Es mejor estar en una o dos haciéndolo bien, que estar en muchas y mal en todas.
2.- Tras este primer paso, el siguiente es planificar a qué dedicaremos cada red. La primera regla de oro es no repetir lo mismo en las diferentes plataformas. Cada una tiene su público. Cada una tiene su estilo. Cada una tiene su lenguaje. Pregúntate: ¿cuál es el público objetivo de tu empresa? ¿dónde está tu público? ¿Con qué red llegarás mejor a ellos? ¿Que red se acerca más al estilo de tu marca?
3.- Después piensa qué decir. No pienses únicamente en los mensajes que quieres enviar. Las redes sociales no son una plataforma publicitaria. Si las usas así, estás cometiendo un error. Piensa (de nuevo) en tu público. ¿Qué quiere escuchar? ¿Qué podría ser útil para ellos? ¿Qué podrían valorar? No se trata de vender tu producto o servicio, se trata de pensar en global. Puedes hablar de ti, de cómo trabajas, de cómo es tu equipo, de cómo se fabrica tu producto, o los procesos de control, puedes poner ejemplos de uso de tus servicios, casos de éxito con clientes, cómo sacar el máximo partido a tus productos, consejos, tutoriales… También puedes buscar lo que hace la competencia y ver qué tal les funciona. Todo eso es lo que vende tu producto o servicio. Evita, por encima de todo, hacer un anuncio.
4.- Una vez tengas los temas, planifícalo en una agenda. Planifica, por lo menos, un mes por adelantado, y archívalo todo. Lleva un registro completo de qué temas has tratado y cuándo se han publicado. Una sencilla tabla Excel evitará repetirte demasiado. En la planificación puedes decidir ya qué contenido será un post sencillo y qué contenido será un artículo más extenso.
5.- Ahora es el momento de escribir. Pero antes de empezar a teclear, recuerda que tienes que buscar información. Datos que argumenten tus afirmaciones. No digas nada porque sí. No es un lugar para dar tu opinión, es un lugar para dar información interesante y útil. A veces, también, para ser divertidos, ingeniosos… Ve al grano desde el primer momento. Búscale un buen título que enganche, que invite a leer, sencillo y simple.
Recuerda siempre quién lee el contenido que escribes. No seas demasiado académico. No es literatura. Así que evita frases largas y sintaxis complicadas. No utilices vocabulario rebuscado. No se trata de lucirte, si no de que te entiendan. No se trata de que tu imagen se perciba como muy culta, sino como muy interesante. Eso sí, nada de faltas ni incorrecciones. Todos los procesadores de texto tienen corrector. Publicar algo con faltas es imperdonable.
6.- Complementa tu contenido con imágenes. O con videos. O con infográficos. O con ejemplos. Todo el material gráfico que puedas aportar cumplirá dos funciones: hacerlo más ameno, más fácil de leer y entender, y llamar la atención. Una imagen atractiva hará que tu contenido sea más leído.
7.- Busca la mejor hora y el mejor día para publicar. En tus propias redes o en las de la competencia verás cuál es el momento idóneo. Cuándo te lee más gente, y cuándo obtienes más respuesta. Recuerda que es mejor publicar menos y de más calidad.
Es importante entender el uso de las redes sociales. No son un podio para hablar y opinar. Se trata de generar interacciones con tus clientes actuales y potenciales. Que sepan de ti. Que encuentren tu marca interesante, por lo que tiene que decir y contar. Porque es próxima. Porque busca establecer vínculos, más que vender. Ese es el auténtico sentido. Esa es la clave del éxito.