Burguer King: Dar un paso atrás para avanzar dos
Hace unos meses, Burguer King sorprendía con una arriesgadísima gran campaña, que resultó controvertida en muchos aspectos, pero que sirvió para dar un gran paso en su comunicación y en su posicionamiento de marca. El spot mostraba una hamburguesa, y cómo se descomponía durante 30 días, para acabar siendo una pieza mohosa y visualmente desagradable, pero muy impactante.

El mensaje era muy directo. Frente a la historia popular que dice que una hamburguesa de la competencia (McDonalds) no se descompone nunca de la cantidad de conservantes que tiene, los productos de Burguer King dejan de usar conservantes artificiales. Un gran paso que les distingue de la competencia. Es solo un paso y queda más por hacer, pero ya es un gran paso.
El caso es que esta campaña solo era el comienzo de una gran acción de la marca, para girar su comunicación y reposicionarse hacia valores más saludables, menos nocivos para el medio ambiente y más sociales. El punto álgido de este gran giro ha sido la renovación de la imagen corporativa de Burguer King.
Y es que la nueva imagen de la marca rinde homenaje (que es una manera de decir que da un paso atrás) hacia el logo que se implantó en el año 69 y que estuvo en boga hasta 1999. Y no es porque consideren que enmienden un error. La idea es recuperar los valores de aquel momento, que son, precisamente, los que ahora rigen el mercado.

Y es que ese logo se acerca más a los valores a transmitir. Autenticidad, sencillez, sabor, confianza… Colores llamativos, fotos hiperrealistas, tipografía redondeada… La cadena quiere cambiar toda la imagen de la marca. No solo un logo más minimalista. Los restaurantes, la carta, los uniformes, los envases… todo. Y eso, multiplicado por unos 19.000 restaurantes en todo el mundo, es un proceso que, seguramente, llevará años.

Los tiempos cambian y hay que adaptarse a los nuevos soportes (sobretodo, el mundo digital) y el logo de Burguer King no estaba optimizado para estos entornos. Era una actualización necesaria, que lleva detrás toda una nueva filosofía que tiende hacia los productos más naturales, más saludables, más sabrosos.
Es un buen principio. Para un mercado como el fast food, que se caracteriza por la optimización de costes por encima de cualquier otra cosa (a veces, incluso, calidad y sabor), este es un pequeño paso que puede marcar un nuevo camino a otras marcas. El tiempo lo dirá.