El nuevo enemigo a batir: la procrastinación
Como siempre, le hemos puesto un palabro impronunciable a algo que ya existía y lo hemos vendido como algo nuevo. Hablemos, pues de Procrastinación. Básicamente se trata de posponer una obligación o tarea para después, porque nos resulta abrumadora, desafiante, inquietante, peligrosa, difícil, tediosa o aburrida.
Cuidado, porque el quid de la cuestión es que nos autoconvencemos o autojustificamos (o ambas) de que es mejor postergarlo en lugar de hacerlo. Encontrar siempre una excusa es, en realidad, el problema.
Lo hacemos desde bien pequeños, dejando para el último momento el trabajo que hay que presentar en clase (el llamado “síndrome del estudiante”). Pero el esquema se repite de adultos. Todo para el día antes. Deja para el final lo más difícil.
Existen tres tipos de Procrastinación. Por Evasión (cuando postergamos por miedo al fracaso) por Activación (cuando postergamos hasta que no hay más remedio que hacerlo), y por Indecisión (cuando postergamos para evitar tomar decisiones).
Pero ¿Cómo evitarlo?
Aquí cinco consejos muy útiles:
1.- Minimiza el problema. A veces perdemos más tiempo pensando en lo que nos cuesta hacerlo, que en hacerlo. Perdemos más tiempo buscando excusas que haciendo la tarea. Seamos un poco objetivos con lo que hay que hacer.
2.- Pon tus propios plazos. Divide el trabajo en partes, y adjudica plazos reales y asumibles a cada parte. Es una manera de llegar a todo con tiempo.
3.- Evita la idea de “tengo tiempo de sobra”. Pensemos en que las horas pasan y seamos conscientes del tiempo que llegamos a perder en nuestra vida. ¿Cuántos años tienes? ¿Cuánto crees que te queda?
4.- Hacer listas ayuda (pero sin obsesionarse). Listas no solo de obligaciones. Hagamos que la lista incluya obligaciones y también cosas más placenteras. Equilibremos el uso del tiempo.
5.- La excusa es el premio. No descanses antes de hacer el trabajo para coger fuerzas. Descansa después, para recuperarlas. No dejes de hacer una cosa por ver una película, o leer algo, o charlar con compañeros, o cualquier otra excusa… Que eso sea el premio. Si acabas lo que tenías para hoy, el premio es el momento de placer.
Ten presentes estos 5 pasos en tu día a día y verás cómo tu vida profesional y personal mejoran. Cómo te sientes mejor contigo mismo. Y pude que, incluso, cojas con más ganas ese proyecto y ese sueño que siempre quisiste hacer, pero nunca encontraste el momento…